Expediente de las emociones

Expediente de las emociones
Mezcla de acrilico, estudios, fotos y religión mal entendida, perjudicial como algunas bebidas o algunas cosas o personas o a veces más mucho más.

jueves, 23 de enero de 2025

PREGÓN SS 24

 

Pregón Semana Santa, SANTA IGLESIA ANUNCIACIÓN Purullena 16 Marzo 2024

Hermandad Jesús Cautivo y María Sª de la Amargura

-          Costaleros, penitentes, acólitos, monaguillos, HERMANOS todos hijos de Dios, camareras de la Virgen…:

¡Escuchad en esta chicotá! ¡Aguantad!:

Esta LEVANTÁ, va por todos los que se nos han adelantado que alegres nos miran.

¡CONFIAD!.

 

Porqué buscáis entre los muertos al que vive? Lucas 24.5

“Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.

 

Camino estos días con más nostalgia,

Con la nostalgia de todos ellos,

Palmas, ramas de olivo, manto en el suelo

Borriquilla, aclamación popular;

Lágrimas, Dolor, Amargura

Penas, si Dios mío,

Jesús Cautivo

Eso es la Semana Santa,

Carracas sin campana

Sin tu Cuerpo Eucarístico

Incienso y velas

Pero sobre todo es Esperanza

Por estas calles caminan tus misterios

Con los nazarenos.

 

¿Dónde están Señor

Todos ellos, los que anhelo?

Ante ti Virgen María te pido que intercedas

Ante tu hijo Resucitado,

a mí creo que no me escucha,

limpiad sus lágrimas camareras

que pronto brotará la Luz de nuevo,

para quedar en paz e iluminado.

 

Te he seguido Señor con sencillez

Por las calles de este pueblo con devoción

Por las calles de Baeza, Úbeda y de Almería

Muchos años por las preciosas calles de Guadix 

Te vi en alguna ocasión por las de Granada,

tan contradictoria y grandiosa

Y por Málaga inconsciente y sobre todo luz esplendorosa 

Con los legionarios armados para velar

A tu hijo crucificado Virgen de la Amargura 

Con toda su gallardía, fuerza y fe en ti Señor,

Cristo de la Buena Muerte.

 

Y he visto a todo un cuerpo de Policía

Y otro de la Guardia Civil

Con rostros compungidos acompañándote

Ellos tan fieros y tú ya sin vida

No han podido salvarte en estos días tristes de Pasión

Desfilarán con inmensa alegría

En tres días, en la Pascua de Resurrección. 

 

Caminé oculto por el Capirote y una túnica

Mirando la preciosa corona de oro para tu madre

La Virgen María Santísima de las Lágrimas,

Corona de hombres que no de tu madre,

Nuestra madre, porque ella es sencilla Señor,

Como tú, humilde y grandiosa

Perdona nuestros excesos, porque somos hombres

Y no sabemos lo que hacemos.

 

Mi Semana Santa es pobre, es devoción

Es roja, blanca, azul y negra

Y sobre todo es universal y VERDE

Aún hay muchas muertes en este mundo

Esperando consuelo

Demasiada hambre y muchas Soledades

Y tú eres Cristo de vida no de muerte.

 

¡¡Al cielo con ella costaleros,

Mostrar que la queremos con valentía

Con esta mecida!!

Y los días de ayuno

Sacad fuerzas de flaqueza

Que nos espera el gozo y la alegría

Cantad propósito de enmienda.

 

Y también las torrijas, los garbanzos con bacalao

Y Ben Hur, Rey de Reyes

Quo Vadis y los Diez Mandamientos

Barrabás y La Noche mas larga jamás contada.

Y la madrugá,

y todas las madrugadas del año.

Y nos esperan los dulces sencillos,

El arroz con leche con canela, limón y naranja

El “enramo de los quintos” ebrios

Por el Resucitado y su sangre “tempranilla”,

Y a las siete de la mañana todo el pueblo

A ver el milagro y buscar sus macetas y cortinas

Cohetes de alegría, escopetas y pistolas

Y luego todos al río eufóricos de alegría

cuanta grandeza perdemos!

Porque los hombres nunca serán dioses.    

Y alguna piedra en el zapato

mucha oración buscando la paz del mundo.

 

Tú que me viste como monaguillo

Ya has visto que no soy pillo, Señor,

Zafa y toalla mientras el cura lavaba los pies

Besaba una herida en la mano

Que a menudo reaparece como una pesadilla

De rodillas tocando las campanillas

Miro la montaña y te recuerdo

Veo ese centro de culto

Que ha destrozado la naturaleza que tú, Señor, creaste

 

Te negaré Señor como hizo Pedro

Y te pediré perdón

Te venderé Jesus y me convertiré en Judas

Por mucho menos de treinta monedas

Señor perdóname, te volveré a decir. 

Eres mi única ventaja

No entiendo nada de los hombres

Tú lo haces todo sencillo

El mundo lo complica todo

Algunos de tus servidores

Me alejan de ti

Yo sólo te sigo y no siempre, ya lo sabes;

Sé que hay tiempo de volver a tu palabra

Al amor, a la humildad, al compromiso,

A la vida sencilla.

 

Levantaré tu arresto

Hablaré con Caifás y Pilatos

Iré al sanedrín de sabios rabinos

Diré que eres el que esperan

Que eres bueno

Mas que a nadie que yo conozca.

 

Te protegeré en Getsemaní, no me dormiré

No permitiré que te flagelen

Ni te coronen con espinas

No dejaré que cargues con tu Cruz hasta el Calvario

Ni que caigas tantas veces

Impediré que te crucifiquen en el Gólgota

Que te claven la lanza en el costado

Aunque no pueda,

No quiero verte sufrir.

Apartaré la piedra del sepulcro para buscarte

Iré a consolar a tu madre, nuestra madre

La abrazaré con el manto de Pascua

Y volveré a anunciarle tu Resurrección

Tu presencia

Y tu subida a los cielos

Todo mi orgullo por mirarte a los ojos

No quiero llorar en Semana Santa

Conozco el final de la Pasión,

La veo con ojos de hombre

Extasiado por la belleza artística

De los pasos, los tronos, los faldones

Y las bandas o saetas que siempre me llevan al lagrimeo

Me resisto porque sé que cumpliste tu palabra

Volviste entre nosotros

Para no dejarnos nunca más

Sólo la Esperanza, la Alegría, la Aurora

Y a tu Hijo Señor, con todos nosotros.

 

-          Sus heridas nos han curado, Isaías 53.5-8

 

Muchísimas gracias Hermana Mayor de la Hermandad de Jesús Cautivo, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista, sabes que me costó.

Muchas gracias Josefina por tus palabras de presentación, no me he reconocido, o sí, mil gracias …

Muchísimas gracias a las Hermandades por el trabajo que realizáis en nuestra parroquia La Del Señor de los Milagros, El Santísimo Sacramento, El Sagrado Corazón de Jesús, El Santo Sepulcro…

Muchas gracias a la autoridad por su presencia, a las Comunidades Neocatecumenales que llenan el pueblo de vida, de belleza y de alegría.  

Muchísimas gracias por confiar en mí, a nuestra iglesia por su trabajo diario, a esta presentación del Altar Mayor, a Don Andrés por su apoyo y sus enseñanzas de bondad, fiel transmisor de la Palabra de Jesucristo…

Muchísimas gracias a Rafael Pascual y el Coro Don Carlos Ros por elevarnos con sus cantos por encima de las nubes

Y muchísimas gracias a uds por asistir a escuchar este pregón de Semana Santa de Purullena 2024 que es un grito de dolor y una plegaria que espero el Espíritu Santo comunique a Dios de parte de este casi incrédulo. 

 

Sufro, me resulta todo tan difícil, aunque me ayuda a diario pensarte Señor, intentar la humildad en mis actos, en mi vida diaria.

La Iglesia, las Hermandades, el fervor popular  me acercan a ti: miro con ojos de hombre ejemplos que rompen mi alma, ayúdame Señor en estos días que vienen para que mi corazón se alegre y mi alma quede tranquila y rebosante por el gran día que sucederá, porque “la muerte no es el final como dice la canción que nuestras FFAA cantan a menudo (C Gabaraín):

 

Tú nos dijiste que la muerte
No es el final del camino
Que aunque morimos no somos
Carne de un ciego destino….

 

En Tu palabra confiamos
Con la certeza que Tú
Ya le has devuelto a la vida
Ya le has llevado a la luz

Cuando, Señor, resucitaste
Todos vencimos contigo
Nos regalaste la vida….”

 

Cuando veo a la Virgen de la Piedad que te sostiene, el dolor es tan intenso que me acuerdo de todas la guerras que han pasado, hay tantas madres convertidas en Virgen de la Piedad con sus hijos muriendo en sus brazos por las heridas, por el hambre, por la enfermedad, por los males que vienen solos y los que nosotros provocamos.

Hace unos días oí en Radio Nacional de España que cinco millones de niños mueren al año por enfermedades y hambre, fáciles de controlar, pero no siempre estamos con la vida, estamos sirviendo al dinero, a la muerte, al silencio cómplice, con lo necesitados que estamos todos de encuentros y de palabras, palabras de vida.

La UE en dos años y poco lleva entregados más de 150 mil millones de euros para ayuda militar; no sé las cifras que nuestros hermanos rusos y ucranianos llevan gastados en matarse unos a otros, ni el que lleva Israel gastado sobre una población indefensa pero con seguridad que la mayoría de estas enfermedades y hambre del mundo se solucionarían. Señor te pido por ellos, por la paz del mundo, no cesa mi esperanza en ella.

 

Entre 60 y 80 millones de HERMANOS, murieron como consecuencia de la II GM, en la I GM casi 20 millones, en el siglo XIII con las invasiones y conquistas mongolas  más de 50 millones, en el siglo XIX en China unos 55 millones con las guerras del opio, las Cruzadas también fueron terroríficas … y así sucesivamente desde que el hombre no escucha sólo ambiciona y no AMA, también todos ellos son  nuestros HERMANOS e HIJOS DE DIOS. 

 

No me gusta este mundo tan agresivo y olvidadizo, tan insensato y cruel, Señor, a tu lado veo la Gloria, la paz, el amor, la alegría, el renacer, anhelo ese momento, ese reencuentro, mientras tanto te pido por este mundo y toda forma de vida en él. 

 

Nada te turbe

Nada te espante

Todo se pasa

Dios no se muda

La paciencia

Todo lo alcanza

Quien a Dios tiene

Nada le falta

Solo Dios basta

 

Sé, Señor, que viniste a romper todas las normas de nuestros hermanos judíos que pidieron tu crucifixión, porque decían que blasfemaste, desparramaste los tenderetes de los comerciantes y los expulsaste del templo porque tu casa es casa de oración. Dijiste “destruyan este templo y yo lo reconstruiré en tres días”, no te creyeron ni siquiera tus discípulos te entendieron, te temieron más que al más cruel de los delincuentes Barrabas, el gran Imperio Romano permitió la  sentencia de muerte, y el gobernador Poncio Pilatos dijera: “ inocente soy de la sangre de este justo, vosotros veréis”.

Te tenía por un loco, no te temía, “tú lo dices, soy el rey de los judíos”, no eras un sedicioso respetabas la autoridad de Roma, creo que te apreciaba, “mi reino no es de este mundo”, faltaban 400 años para que dejaseis de martirizarnos, el Emperador Constantino pidió ser bautizado en la fe cristiana.

 

-          Remad mar adentro, echad allí las redes

 

La Semana Santa empieza antes del bautismo con agua por Juan el Bautista en el río Jordán a Jesús, empieza antes de la entrada triunfal en Jerusalén de Jesús a su vuelta del peregrinar por el desierto, superar el hambre, la sed, la soledad, todas las tentaciones de este mundo …

Nosotros, el que habla se ve reflejado en ellas Jesús desde la divina sabiduría dijo: “ No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios“, para pocos días después en la Sagrada Cena decir “Yo soy el pan de vida y esta es mi sangre, sangre de la nueva alianza que será derramada por todos vosotros para el perdón de los pecados”, aludiendo a la sangre del cordero derramada en Egipto en el pacto entre Moisés y Dios para señalar las casas judías que se salvarían, porque el era judío, pero un judío destinado al MUNDO.

“Yo soy el cordero de dios que quita el pecado del mundo”. Haced esto en conmemoración mía, esto es nuestra misa, nuestra Eucaristía desde entonces, sin necesidad de sacrificar otro cordero.

 

Me acuerdo en este momento de las huelgas de hambre de nuestros hermanos irlandeses ante el yugo del imperio británico, murieron por sus ideas, estos revolucionarios cristianos, Bobby Sand dijo “Me encuentro en el umbral de un mundo inestable. Que Dios se apiade de mi alma.” Pudo dejarse morir por su convicción política y cristiana, como tantos mártires santos o no y defensores de los derechos humanos.

 

He caminado perdido mientras elogiaba la meditación, la espera y el ayuno que hacía Siddhartha, un budista que nos contó Herman Hesse, lo tuve como una guía durante un tiempo, hasta que mi guia comenzó a ser el Nuevo Testamento después del día de los Enamorados del año en que cayó el telón de acero en Berlín Oriental en 1989, y, me ayudó mucho, esa lectura, ese silencio, esa esperanza de vida eterna, me sentí salvado por unas palabras de hacía casi dos mil años, que había escuchado muchas veces pero no había leído, y las releí varias veces.

Tenemos, tengo estos días de Cuaresma para la Oración, para  acercarme a Dios; para hacer penitencia que sana mi cuerpo, que es templo y no cárcel; procuro ayudar, dar limosna, darme a los demás para conseguir acercarme a Jesús y a sus apóstoles, pescadores de hombres.  

 

-          Tengo sed

 

La Semana Santa empieza, al menos 33 años antes, cuando Jesucristo sabía que había venido para dar unas enseñanzas de vida que nunca aprenderíamos, con su nacimiento comenzaron las señales y la persecución que acabaría 33 años después.

No estamos, no estoy dispuesto a esa travesía por el desierto, a poner la otra mejilla, a que mi mano izquierda haga algo sin que lo sepa la derecha.

Necesitamos un reconocimiento humano a pesar de que nuestro Padre lo ve todo (San Mateo, 6.3).

 

A pesar del Credo de los Apóstoles que repito en cada Eucaristía aún no sé si creo en la Resurrección de la carne ni en la vida Eterna, ni tengo la fe del centurión que dijo al Señor que un criado suyo estaba enfermo y Jesus dijo ahora voy, respondiendo:

“ Señor no soy digno de que entres en mi casa pues una palabra tuya bastará para sanarlo”, dando muestra de una fe inaudita, la que mueve montañas, la que con un grano de mostaza, si se siembra,  llega a ser tan grande que sirve de nido a las aves del cielo, pero yo Señor no te escucho, me dejo llevar por este mundo efímero, no miro al Cielo, y sufro.

Jesucristo, Él estaba dispuesto a dar su vida por ellas, por todas esas palabras de vida eterna; eran tan ciertas que resucitó para que creyésemos en Él.

Pero yo sigo siendo Tomas, como Santo Tomás apóstol, carezco de la fe necesaria.

 

Por eso estoy aquí, hablando en voz alta, pidiendo ayuda para mí y todos mis hermanos del mundo, porque sé que este es el camino, creo, de la salvación del mundo que nosotros colgamos en una Cruz.

Las mujeres fueron las primeras que te vieron y les hablaste, siempre te creyeron, ellas lo contaron a tus discípulos que empezaron a creer en Ti cuando ya no estabas, cuando te vieron partir el pan de nuevo, cuando sólo dejaste tu espíritu y tu ejemplo en Pentecostés. No sé de qué me quejo, tú dejaste una primavera permanente con tus enseñanzas y con tu ejemplo.

 

Hace tanto tiempo que quise abandonarme que no me has dejado, eres mi amigo fiel, mi protector, hoy que hablo en voz alta a mis hermanos quiero darte las gracias porque sé que estás dentro de mí, siempre a la espera siendo un maestro fiel, un padre que acoge.

 

-          Vamos de frente valientes!

 

Dice una voz popular, "¿Quién me presta una escalera para subir al madero? // Para quitarle los clavos a Jesús, el Nazareno".

 

Dad la cara a la vida y sus problemas, mirad al Cautivo, no duda de su fe aunque el dolor le haga rogar a su Padre “Aparta de mí este cáliz pero no sea lo que yo pido sino tu voluntad (Lucas 22, 42)”. También con fortaleza dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su Cruz y sígame”. 

Simón de Cirene, un buen hombre no dudó echar una mano en el Vía Crucis, cuando todos se ocultaban, el miedo nos arrebata, nos acobarda, marca nuestras vidas, negamos tres y treinta y tres veces, por eso Jesus dijo: “No tengáis miedo a los hombres”.

“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás, CONVIERTETE, ARREPIENTETE Y CREE EN EL EVANGELIO”, esa ceniza de los restos de ramos de olivo quemadas y bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior, todo se repite desde el Miércoles de Ceniza a Domingo de Resurrección, durante años copié lo que hizo algún año mi padre quitarme de fumar durante la Cuaresma y SS, al final después de muchas veces acabé quitándome del todo. No sé si fuiste Tú Señor, creo que sí.  

 

-          Bueno, pararse ahí, que vamos todos a una!

 

Termino esta súplica deseándoles una Semana Santa MAS GLORIOSA que dolorosa y con un poema que recité en el antiguo teatro el día de mi Primera Comunión:

 

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

 

Señor pon tu morada en nosotros así llegaremos a ti y perdoname porque no se lo que hago .

 

-          Ahí Queó!

 

 “No temáis, soy yo”.

                       

Gracias

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