Pregón Semana
Santa, SANTA IGLESIA ANUNCIACIÓN Purullena 16 Marzo 2024
Hermandad Jesús Cautivo y María Sª de la
Amargura
-
Costaleros,
penitentes, acólitos, monaguillos, HERMANOS todos hijos de Dios, camareras de
la Virgen…:
¡Escuchad
en esta chicotá! ¡Aguantad!:
Esta LEVANTÁ, va
por todos los que se nos han adelantado que alegres nos miran.
¡CONFIAD!.
Porqué
buscáis entre los muertos al que vive? Lucas 24.5
“Amarás
a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.
Camino
estos días con más nostalgia,
Con
la nostalgia de todos ellos,
Palmas,
ramas de olivo, manto en el suelo
Borriquilla,
aclamación popular;
Lágrimas,
Dolor, Amargura
Penas,
si Dios mío,
Jesús
Cautivo
Eso
es la Semana Santa,
Carracas
sin campana
Sin
tu Cuerpo Eucarístico
Incienso
y velas
Pero
sobre todo es Esperanza
Por
estas calles caminan tus misterios
Con
los nazarenos.
¿Dónde
están Señor
Todos
ellos, los que anhelo?
Ante
ti Virgen María te pido que intercedas
Ante
tu hijo Resucitado,
a
mí creo que no me escucha,
limpiad
sus lágrimas camareras
que
pronto brotará la Luz de nuevo,
para
quedar en paz e iluminado.
Te
he seguido Señor con sencillez
Por
las calles de este pueblo con devoción
Por
las calles de Baeza, Úbeda y de Almería
Muchos
años por las preciosas calles de Guadix
Te
vi en alguna ocasión por las de Granada,
tan
contradictoria y grandiosa
Y
por Málaga inconsciente y sobre todo luz esplendorosa
Con
los legionarios armados para velar
A
tu hijo crucificado Virgen de la Amargura
Con
toda su gallardía, fuerza y fe en ti Señor,
Cristo
de la Buena Muerte.
Y
he visto a todo un cuerpo de Policía
Y
otro de la Guardia Civil
Con
rostros compungidos acompañándote
Ellos
tan fieros y tú ya sin vida
No
han podido salvarte en estos días tristes de Pasión
Desfilarán
con inmensa alegría
En
tres días, en la Pascua de Resurrección.
Caminé
oculto por el Capirote y una túnica
Mirando
la preciosa corona de oro para tu madre
La
Virgen María Santísima de las Lágrimas,
Corona
de hombres que no de tu madre,
Nuestra
madre, porque ella es sencilla Señor,
Como
tú, humilde y grandiosa
Perdona
nuestros excesos, porque somos hombres
Y
no sabemos lo que hacemos.
Mi
Semana Santa es pobre, es devoción
Es
roja, blanca, azul y negra
Y
sobre todo es universal y VERDE
Aún
hay muchas muertes en este mundo
Esperando
consuelo
Demasiada
hambre y muchas Soledades
Y
tú eres Cristo de vida no de muerte.
¡¡Al
cielo con ella costaleros,
Mostrar
que la queremos con valentía
Con
esta mecida!!
Y
los días de ayuno
Sacad
fuerzas de flaqueza
Que
nos espera el gozo y la alegría
Cantad
propósito de enmienda.
Y
también las torrijas, los garbanzos con bacalao
Y
Ben Hur, Rey de Reyes
Quo
Vadis y los Diez Mandamientos
Barrabás
y La Noche mas larga jamás contada.
Y
la madrugá,
y
todas las madrugadas del año.
Y
nos esperan los dulces sencillos,
El
arroz con leche con canela, limón y naranja
El
“enramo de los quintos” ebrios
Por
el Resucitado y su sangre “tempranilla”,
Y
a las siete de la mañana todo el pueblo
A
ver el milagro y buscar sus macetas y cortinas
Cohetes
de alegría, escopetas y pistolas
Y
luego todos al río eufóricos de alegría
cuanta
grandeza perdemos!
Porque
los hombres nunca serán dioses.
Y
alguna piedra en el zapato
mucha
oración buscando la paz del mundo.
Tú
que me viste como monaguillo
Ya
has visto que no soy pillo, Señor,
Zafa
y toalla mientras el cura lavaba los pies
Besaba
una herida en la mano
Que
a menudo reaparece como una pesadilla
De
rodillas tocando las campanillas
Miro
la montaña y te recuerdo
Veo
ese centro de culto
Que
ha destrozado la naturaleza que tú, Señor, creaste
Te
negaré Señor como hizo Pedro
Y
te pediré perdón
Te
venderé Jesus y me convertiré en Judas
Por
mucho menos de treinta monedas
Señor
perdóname, te volveré a decir.
Eres
mi única ventaja
No
entiendo nada de los hombres
Tú
lo haces todo sencillo
El
mundo lo complica todo
Algunos
de tus servidores
Me
alejan de ti
Yo
sólo te sigo y no siempre, ya lo sabes;
Sé
que hay tiempo de volver a tu palabra
Al
amor, a la humildad, al compromiso,
A
la vida sencilla.
Levantaré
tu arresto
Hablaré
con Caifás y Pilatos
Iré
al sanedrín de sabios rabinos
Diré
que eres el que esperan
Que
eres bueno
Mas
que a nadie que yo conozca.
Te
protegeré en Getsemaní, no me dormiré
No
permitiré que te flagelen
Ni
te coronen con espinas
No
dejaré que cargues con tu Cruz hasta el Calvario
Ni
que caigas tantas veces
Impediré
que te crucifiquen en el Gólgota
Que
te claven la lanza en el costado
Aunque
no pueda,
No
quiero verte sufrir.
Apartaré
la piedra del sepulcro para buscarte
Iré
a consolar a tu madre, nuestra madre
La
abrazaré con el manto de Pascua
Y
volveré a anunciarle tu Resurrección
Tu
presencia
Y
tu subida a los cielos
Todo
mi orgullo por mirarte a los ojos
No
quiero llorar en Semana Santa
Conozco
el final de la Pasión,
La
veo con ojos de hombre
Extasiado
por la belleza artística
De
los pasos, los tronos, los faldones
Y
las bandas o saetas que siempre me llevan al lagrimeo
Me
resisto porque sé que cumpliste tu palabra
Volviste
entre nosotros
Para
no dejarnos nunca más
Sólo
la Esperanza, la Alegría, la Aurora
Y
a tu Hijo Señor, con todos nosotros.
-
Sus heridas nos
han curado, Isaías 53.5-8
Muchísimas gracias Hermana Mayor
de la Hermandad de Jesús Cautivo, María Santísima de la Amargura y San Juan
Evangelista, sabes que me costó.
Muchas
gracias Josefina por tus palabras de presentación, no me he reconocido, o sí,
mil gracias …
Muchísimas
gracias a las Hermandades por el trabajo que realizáis en nuestra parroquia La
Del Señor de los Milagros, El Santísimo Sacramento, El Sagrado Corazón de Jesús,
El Santo Sepulcro…
Muchas
gracias a la autoridad por su presencia, a las Comunidades Neocatecumenales que
llenan el pueblo de vida, de belleza y de alegría.
Muchísimas
gracias por confiar en mí, a nuestra iglesia por su trabajo diario, a esta
presentación del Altar Mayor, a Don Andrés por su apoyo y sus enseñanzas de
bondad, fiel transmisor de la Palabra de Jesucristo…
Muchísimas
gracias a Rafael Pascual y el Coro Don Carlos Ros por elevarnos con sus cantos
por encima de las nubes
Y
muchísimas gracias a uds por asistir a escuchar este pregón de Semana Santa de
Purullena 2024 que es un grito de dolor y una plegaria que espero el Espíritu
Santo comunique a Dios de parte de este casi incrédulo.
Sufro, me
resulta todo tan difícil, aunque me ayuda a diario pensarte Señor, intentar
la humildad en mis actos, en mi vida diaria.
La
Iglesia, las Hermandades, el fervor popular me acercan a ti: miro con ojos de hombre ejemplos
que rompen mi alma, ayúdame Señor en estos días que vienen para que mi corazón
se alegre y mi alma quede tranquila y rebosante por el gran día que sucederá,
porque “la muerte no es el final
como dice la canción que nuestras FFAA cantan a menudo (C Gabaraín):
Tú nos dijiste que la muerte
No es el final del camino
Que aunque morimos no somos
Carne de un ciego destino….
En Tu palabra confiamos
Con la certeza que Tú
Ya le has devuelto a la vida
Ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste
Todos vencimos contigo
Nos regalaste la vida….”
Cuando
veo a la Virgen de la Piedad que te
sostiene, el dolor es tan intenso que me acuerdo de todas la guerras que han
pasado, hay tantas madres convertidas en Virgen de la Piedad con sus hijos
muriendo en sus brazos por las heridas, por el hambre, por la enfermedad, por
los males que vienen solos y los que nosotros provocamos.
Hace
unos días oí en Radio Nacional de España que cinco millones de niños mueren al
año por enfermedades y hambre, fáciles de controlar, pero no siempre estamos
con la vida, estamos sirviendo al dinero, a la muerte, al silencio cómplice,
con lo necesitados que estamos todos de encuentros y de palabras, palabras de
vida.
La
UE en dos años y poco lleva entregados más de 150 mil millones de euros para
ayuda militar; no sé las cifras que nuestros hermanos rusos y ucranianos llevan
gastados en matarse unos a otros, ni el que lleva Israel gastado sobre una
población indefensa pero con seguridad que la mayoría de estas enfermedades y
hambre del mundo se solucionarían. Señor te pido por ellos, por la paz del
mundo, no cesa mi esperanza en ella.
Entre
60 y 80 millones de HERMANOS, murieron como consecuencia de la II GM, en la I
GM casi 20 millones, en el siglo XIII con las invasiones y conquistas mongolas más de 50 millones, en el siglo XIX en China
unos 55 millones con las guerras del opio, las Cruzadas también fueron
terroríficas … y así sucesivamente desde que el hombre no escucha sólo
ambiciona y no AMA, también todos ellos son nuestros HERMANOS e HIJOS DE DIOS.
No
me gusta este mundo tan agresivo y olvidadizo, tan insensato y cruel, Señor, a
tu lado veo la Gloria, la paz, el amor, la alegría, el renacer, anhelo ese
momento, ese reencuentro, mientras tanto te pido por este mundo y toda forma de
vida en él.
Nada te turbe
Nada te espante
Todo se pasa
Dios no se muda
La paciencia
Todo lo alcanza
Quien a Dios tiene
Nada le falta
Solo Dios basta
Sé,
Señor, que viniste a romper todas las normas de nuestros hermanos judíos que
pidieron tu crucifixión, porque decían que blasfemaste, desparramaste los
tenderetes de los comerciantes y los expulsaste del templo porque tu casa es casa
de oración. Dijiste “destruyan este templo y yo lo reconstruiré en tres días”, no
te creyeron ni siquiera tus discípulos te entendieron, te temieron más que al
más cruel de los delincuentes Barrabas, el gran Imperio Romano permitió la sentencia de muerte, y el gobernador Poncio
Pilatos dijera: “ inocente soy de la sangre de este justo, vosotros veréis”.
Te
tenía por un loco, no te temía, “tú lo dices, soy el rey de los judíos”, no
eras un sedicioso respetabas la autoridad de Roma, creo que te apreciaba, “mi
reino no es de este mundo”, faltaban 400 años para que dejaseis de
martirizarnos, el Emperador Constantino pidió ser bautizado en la fe cristiana.
-
Remad mar
adentro, echad allí las redes
La Semana Santa
empieza
antes del bautismo con agua por Juan el Bautista en el río Jordán a Jesús, empieza
antes de la entrada triunfal en Jerusalén de Jesús a su vuelta del peregrinar
por el desierto, superar el hambre, la sed, la soledad, todas las tentaciones
de este mundo …
Nosotros,
el que habla se ve reflejado en ellas Jesús desde la divina sabiduría dijo: “ No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la
boca de Dios“, para pocos
días después en la Sagrada Cena decir “Yo soy el pan de vida y esta es mi
sangre, sangre de la nueva alianza que será derramada por todos vosotros para
el perdón de los pecados”, aludiendo a la sangre del cordero derramada en
Egipto en el pacto entre Moisés y Dios para señalar las casas judías que se
salvarían, porque el era judío, pero un judío destinado al MUNDO.
“Yo soy el cordero de dios que quita el
pecado del mundo”. Haced esto en conmemoración mía, esto es nuestra misa,
nuestra Eucaristía desde entonces, sin necesidad de sacrificar otro cordero.
Me acuerdo en este momento de las huelgas de
hambre de nuestros hermanos irlandeses ante el yugo del imperio británico,
murieron por sus ideas, estos revolucionarios cristianos, Bobby Sand dijo “Me encuentro en el umbral de un mundo inestable. Que Dios se
apiade de mi alma.” Pudo dejarse morir por su convicción política y cristiana,
como tantos mártires santos o no y defensores de los derechos humanos.
He
caminado perdido mientras elogiaba la meditación, la espera y el ayuno que
hacía Siddhartha, un budista que nos contó Herman Hesse, lo tuve como una guía
durante un tiempo, hasta que mi guia comenzó a ser el Nuevo Testamento después
del día de los Enamorados del año en que cayó el telón de acero en Berlín
Oriental en 1989, y, me ayudó mucho, esa lectura, ese silencio, esa esperanza
de vida eterna, me sentí salvado por unas palabras de hacía casi dos mil años,
que había escuchado muchas veces pero no había leído, y las releí varias veces.
Tenemos,
tengo estos días de Cuaresma para la Oración,
para acercarme a Dios; para hacer penitencia que sana mi
cuerpo, que es templo y no cárcel; procuro ayudar,
dar limosna, darme a los demás para conseguir acercarme a Jesús y a sus apóstoles,
pescadores de hombres.
-
Tengo sed
La Semana Santa
empieza,
al menos 33 años antes, cuando Jesucristo sabía que había venido para dar unas
enseñanzas de vida que nunca aprenderíamos, con su nacimiento comenzaron las
señales y la persecución que acabaría 33 años después.
No
estamos, no estoy dispuesto a esa travesía por el desierto, a poner la otra
mejilla, a que mi mano izquierda haga algo sin que lo sepa la derecha.
Necesitamos
un reconocimiento humano a pesar de que nuestro Padre lo ve todo (San Mateo,
6.3).
A
pesar del Credo de los Apóstoles que repito en cada Eucaristía aún no sé si creo
en la Resurrección de la carne ni en la vida Eterna, ni tengo la fe del
centurión que dijo al Señor que un criado suyo estaba enfermo y Jesus dijo
ahora voy, respondiendo:
“
Señor no soy digno de que entres en mi casa pues una palabra tuya bastará para
sanarlo”, dando muestra de una fe inaudita, la que mueve montañas, la que con
un grano de mostaza, si se siembra,
llega a ser tan grande que sirve de nido a las aves del cielo, pero yo Señor
no te escucho, me dejo llevar por este mundo efímero, no miro al Cielo, y sufro.
Jesucristo,
Él estaba dispuesto a dar su vida por ellas, por todas esas palabras de vida
eterna; eran tan ciertas que resucitó para que creyésemos en Él.
Pero
yo sigo siendo Tomas, como Santo Tomás apóstol, carezco de la fe necesaria.
Por
eso estoy aquí, hablando en voz alta, pidiendo ayuda para mí y todos mis
hermanos del mundo, porque sé que este es el camino, creo, de la salvación del
mundo que nosotros colgamos en una Cruz.
Las
mujeres fueron las primeras que te vieron y les hablaste, siempre te creyeron, ellas
lo contaron a tus discípulos que empezaron a creer en Ti cuando ya no estabas, cuando
te vieron partir el pan de nuevo, cuando sólo dejaste tu espíritu y tu ejemplo
en Pentecostés. No sé de qué me quejo, tú dejaste una primavera permanente con
tus enseñanzas y con tu ejemplo.
Hace
tanto tiempo que quise abandonarme que no me has dejado, eres mi amigo fiel, mi
protector, hoy que hablo en voz alta a mis hermanos quiero darte las gracias
porque sé que estás dentro de mí, siempre a la espera siendo un maestro fiel,
un padre que acoge.
-
Vamos de frente
valientes!
Dice una voz popular, "¿Quién me presta una escalera para subir al
madero? // Para quitarle los clavos a Jesús, el Nazareno".
Dad
la cara a la vida y sus problemas, mirad al Cautivo, no duda de su fe aunque el
dolor le haga rogar a su Padre “Aparta de mí este cáliz pero no sea lo que yo
pido sino tu voluntad (Lucas 22, 42)”. También con fortaleza dice: “Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su Cruz y sígame”.
Simón
de Cirene, un buen hombre no dudó echar una mano en el Vía Crucis, cuando todos
se ocultaban, el miedo nos arrebata, nos acobarda, marca nuestras vidas, negamos
tres y treinta y tres veces, por eso Jesus dijo: “No tengáis miedo a los
hombres”.
“Recuerda
que polvo eres y en polvo te convertirás, CONVIERTETE, ARREPIENTETE Y CREE EN
EL EVANGELIO”,
esa ceniza de los restos de ramos de olivo quemadas y bendecidas el Domingo de
Ramos del año anterior, todo se repite desde el Miércoles de
Ceniza a Domingo de Resurrección, durante años copié lo que hizo algún año mi
padre quitarme de fumar durante la Cuaresma y SS, al final después de muchas
veces acabé quitándome del todo. No sé si fuiste Tú Señor, creo que sí.
-
Bueno, pararse
ahí, que vamos todos a una!
Termino
esta súplica deseándoles una Semana Santa MAS GLORIOSA que dolorosa y con un
poema que recité en el antiguo teatro el día de mi Primera Comunión:
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Señor pon tu morada en
nosotros así llegaremos a ti y perdoname porque no se
lo que hago .
-
Ahí Queó!
“No temáis, soy yo”.
Gracias
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